Cuando irrumpe una enfermedad crónica en la vida de una persona repercute en los miembros de la familia, quienes son los que cuidan y acompañan al paciente todos los días. Generalmente uno de los familiares asume la mayor responsabilidad, si no encuentra un equilibrio entre la atención del otro (en este caso el paciente con Parkinson) y su propio cuidado se termina agotando.
Para tratar de evitar esta situación, se pueden llevar adelante ciertas acciones que ayudan a sostener un vínculo saludable, “tanto los pacientes como los cuidadores/ familiares necesitan un tiempo de adaptación a la nueva realidad que están viviendo. Para esto es importante conocer temas relacionados a la enfermedad pero también tener recursos prácticos y emocionales que resulte una guía para tomar decisiones” afirma la Lic. Corina Pryor, coordinadora del Taller Cuidados en Casa, quien a su vez sostiene: “Es crucial para los cuidadores/familiares tener un espacio para pensar y comprender las emociones que van surgiendo en cada uno ante las dificultades y saber qué se podría hacer al respecto. Esto último es algo que trabajamos mucho en el taller”. [Leer más…] acerca de UN ESPACIO DE APOYO PARA EL CUIDADOR FAMILIAR Y EL ACOMPAÑANTE.