
En el complejo universo de la esclerosis múltiple (EM), una enfermedad neurológica crónica y muchas veces impredecible, la búsqueda de factores de riesgo que podamos modificar resulta fundamental. En este sentido, la obesidad ha surgido como un elemento clave que podría influir en el desarrollo de la enfermedad. ¿Qué dicen los estudios y qué podemos hacer al respecto? Aquí te lo contamos.
El Peso y el Riesgo de EM
Diversas investigaciones han revelado una estrecha relación entre el exceso de peso y el desarrollo de la EM, especialmente cuando la obesidad se presenta en etapas tempranas de la vida. Un estudio reciente encontró que el sobrepeso a los 15 años y la obesidad a los 20 aumentan significativamente la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. “Estos hallazgos nos muestran la importancia de prestar atención al peso desde la adolescencia”, señala la Dra. González, investigadora en el área de neuroinmunología de la división de neurología.
¿Por Qué la Obesidad Aumenta el Riesgo?
Aunque la conexión exacta entre la obesidad y la EM sigue en estudio, se sabe que la inflamación crónica de bajo grado, característica del exceso de peso, juega un papel crucial. Esta condición provoca un aumento en la producción de citoquinas proinflamatorias, sustancias que pueden dañar el sistema nervioso central y favorecer el desarrollo de enfermedades autoinmunes como la EM.
Además, la obesidad altera la función del sistema inmunológico a través de hormonas como la leptina, producida por el tejido adiposo. “La leptina puede influir en la actividad de las células inmunitarias y promover procesos autoinmunes”, explica la Dra. Balbuena, médica de la sección de neuroinmunología.
¿Qué Podemos Hacer?
Mantener un peso saludable es una herramienta poderosa para prevenir la EM, sobre todo en adolescentes y adultos jóvenes. Los especialistas recomiendan una alimentación equilibrada, actividad física regular y el acompañamiento de profesionales de la salud para controlar el peso de manera adecuada.
Por otro lado, aunque aún se necesitan más estudios, existe la posibilidad de que la pérdida de peso en personas con EM establecida pueda mejorar el curso de la enfermedad, abriendo una puerta a nuevas estrategias de manejo.
Cuidar el Peso, Cuidar la Salud
La relación entre obesidad y esclerosis múltiple nos recuerda la importancia de adoptar hábitos de vida saludables. Mantener un peso adecuado no solo reduce el riesgo de desarrollar EM, sino que también puede influir positivamente en el bienestar general. Como pacientes, familiares y amigos, este es un llamado a la prevención y al cuidado conjunto, porque un cambio en el presente puede marcar la diferencia en el futuro.
Dra. María Eugenia Balbuena
Neuróloga
MN 122784
Dra. Cecilia González
Neuróloga – Especialista en Nutrición Deportiva
MN:162229