La medicación en el tratamiento de la Enfermedad de Parkinson (EP) tiene por objetivo controlar los síntomas de la afección. De hecho hay una mejora sustancial cuando hay un diagnóstico certero y se suministra la medicación adecuada. Se percibe un bienestar físico y emocional, lo que inmediatamente repercute en la calidad de vida de los pacientes.
La medicación es efectiva pero en ocaciones puede presentar efectos secundarios, que van sensaciones poco molestas hasta síntomas más graves. La Dra. Verónica Montilla, neuróloga del Programa, en esta entrevista nos explica cuáles son esas complicaciones y como subsanarlas.
Las complicaciones pueden ser:
- Confusión.
- Alucinaciones (Ver o escuchar cosas que no existen).
- Náuseas, vómitos o diarrea.
- Sentir mareo o desmayo.
- Edema en miembros inferiores.
- Trastorno del control de los impulsos: Comportamientos que son difíciles de controlar como apostar dinero, comer de manera excesiva, aumento del deseo sexual, realizar compras innecesarias, entre otros.
- Existen síntomas que están más frecuentemente asociados al uso de la levodopa y pueden manifestarse con efectos adversos como la somnolencia o inicio súbito del sueño, que vuelve peligroso el conducir automoviles y otras actividades que requieren concentración.
- Las discinesias, o movimientos involuntarios como los tics, retorcimientos y contorsiones comúnmente se desarrollan en las personas que toman grandes dosis de levodopa por un periodo prolongado de tiempo. Estos movimientos pueden ser leves o graves y muy rápidos o muy lentos. A menudo se reduce la dosis de levodopa con el fin de disminuir los movimientos inducidos por el medicamento, sin embargo los síntomas de la enfermedad pueden reaparecer aún con dosis menores. Si las discinesias son graves, puede considerarse el tratamiento quirúrgico.
- Los pacientes pueden comenzar a notar síntomas más pronunciados antes de su primera dosis matutina de medicamento, y pueden tener espasmos musculares u otros problemas cuando cada dosis comienza a disiparse. El período de eficacia después de cada dosis puede comenzar a acortarse, llamado efecto de disipación. Otro problema potencial se denomina efecto de on-off que son cambios súbitos e impredecibles del movimiento, de normal a parkinsoniano y otra vez al normal. Estos efectos probablemente indiquen que la respuesta del paciente al medicamento está cambiando o que la enfermedad está evolucionando.
- Un enfoque para aliviar estos efectos secundarios es tomar la levodopa con mayor frecuencia y en menores cantidades siempre indicado por el médico tratante, nunca autoadministrado. Las personas con enfermedad de Parkinson no deben dejar de tomar levodopa sin el conocimiento o el consentimiento de su médico debido a que la suspensión rápida del medicamento puede tener potencialmente efectos secundarios serios, como inmovilidad o dificultad para respirar.
Coméntele al médico inmediatamente si presenta estos efectos secundarios. Nunca cambie ni deje de tomar ningún medicamento sin antes de conversar con el profesional. Colabore con sus médicos y otros profesionales de la salud para encontrar un plan de tratamiento que funcione para usted.
¿Qué mejoras se están realizando en los fármacos y cuándo es conveniente su administración?
Existen fármacos como la levodopa que son de acción corta (la duración de sus efectos beneficiosos es solo de horas), lo que hace que el paciente haga varias tomas durante el día, y en consecuencia, en algunos casos se olvide de alguna de ellas, o que el horario se vuelva tedioso, (por ejemplo en los casos en donde el paciente necesite despertar en la madrugada para tomar la medicación); por todo esto se han creado algunas alternativas, como el empleo de fármacos de liberación prolongada que con una sola toma logran el mismo efecto que si lo hiciesen varias veces al día. Sin embargo esto hay que explicárselo al paciente, porque a veces ellos sienten que no es suficiente solo con una vez por día de tratamiento; hay que orientarlos y que se vuelvan conscientes de que en algunos casos “menos es más”
Con el advenimiento de los avances en medicina, observamos que cada día se busca la mejora de los distintos fármacos empleados en este tipo de enfermedades que por su cronicidad necesitan tratamiento de por vida. Sin embargo, aun no se ha logrado el perfeccionamiento de todas las moléculas, por ejemplo, aun no existe un comprimido de levodopa cuya acción sea de 24 horas, y de manera continua. Si bien en algunos países de Europa ya está en uso la Duodopa, que consiste en la colocación de un dispositivo que va directamente hacia el intestino y que hace que se mantengan niveles adecuados de medicación de manera constante, lo que ha disminuido la aparición de eventos adversos, como las fluctuaciones motoras y los fenómenos de congelamiento o rigidez, lamentablemente aún no está disponible en Latinoamérica.
También tenemos los parches de medicación antiparkinsoniana, para aquellas personas con problemas de deglución (dificultad para tragar) y trastornos de tipo digestivos.
Se pueden mitigar algunos síntomas como las náuseas y vómitos indicándo medicación profiláctica con Domperidona (procinético intestinal). O se puede recurrir al cambio de una medicación por otra que en ciertos casos tienen mejor respuesta.
Por último se está estudiando la realización de un comprimido de levodopa de acción larga (Rytary), el estudio de dicha molécula se encuentra en fase tres de prueba, pero aún no ha dado respuestas satisfactorias.
La persona con Parkinson y su neurólogo de confianza deben trabajar en estrecha colaboración para encontrar un equilibrio tolerable entre los beneficios del medicamento y sus efectos secundarios.