Una estrategia comunicacional que preserva la experiencia irrepetible de cada encuentro con pacientes y familiares.
A veces nos preguntan por qué no grabamos los talleres y vamos a intentar explicarlo. En un presente donde la información y las imágenes circulan de forma inmediata y continua, rescatar el valor de lo irrepetible adquiere un sentido particular. Inspirados en el concepto de Aura desarrollado por el filósofo Walter Benjamin —esa cualidad que otorga unicidad y autenticidad a una experiencia—, el trabajo comunicacional del Área Talleres busca que cada encuentro con pacientes y familiares tenga un carácter singular y memorable.
Por eso entre las decisiones centrales se encuentra la de no grabar los eventos. Al evitar su reproducción, se preserva la experiencia como algo que sucede en un único momento, que debe vivirse en el presente; aunque se pone a disposición de los interesados la presentación de apoyo (diapositivas), en el caso que el disertante lo autorice.
A esto se suman, notas, anuncios y videos de invitación previos, concebidos como parte de un proceso que anticipa y prepara el encuentro.
Las notas escritas son acompañadas por la imagen del profesional que establece un vínculo visual directo, siempre en blanco y negro, busca trasmitir seriedad y un marco de respeto hacia la palabra escrita, recurso utilizado por la prensa gráfica durante gran parte del siglo XX.
En este sentido, la fotografía del médico o profesional adquiere un valor simbólico que refuerza la confianza. El resultado buscado es que pacientes y familiares perciban cada actividad como un espacio diferente, en el que se genera un contacto más cercano con el profesional y se interrumpe por un momento, la rutina hospitalaria.
De este modo, se favorece un mayor involucramiento de participantes y profesionales y se fortalece el recuerdo de lo vivido, confirmando el compromiso que tenemos con los pacientes y con nuestro querido Hospital de Clínicas.