La constipación es muy común en pacientes con enfermedades neurológicas, pudiendo afectar a casi el 70% de los pacientes con Parkinson. Por eso su prevención y tratamiento son de gran importancia.
Para el diagnóstico se evalúa: la necesidad de hacer esfuerzo al evacuar, o una mayor consistencia de las heces, la sensación de evacuación incompleta, la sensación de obstrucción, o tener menos de 3 deposiciones por semana.
La constipación puede ocurrir como consecuencia de uno o varios factores: movimientos intestinales más lentos (por la menor producción de neurotransmisores) medicamentos (sobre todo aquellos utilizados para controlar los movimientos involuntarios), un menor consumo de alimentos fuente de fibra y de líquidos, y un estilo de vida sedentario.
Para prevenir la constipación, podemos optar por varias medidas: aumentar el consumo de vegetales y frutas, sobre todo los que puedan consumirse con cáscara y semillas, incorporar cereales integrales, legumbres y semillas; tomar más líquido, se recomiendan 2 litros en los hombres y 1.6 litros en las mujeres; realizar actividad física, adaptada a las capacidades y posibilidades de cada uno, y siempre guiado y acompañado; tener buenos hábitos relacionados al baño (generar un momento del día para ir al baño, y preferentemente elevar los pies unos 15-20 cm para favorecer la evacuación); consultar a un profesional por la toma de laxantes.
Incorporando estos hábitos, se puede prevenir y mejorar la constipación en gran medida, lo que finalmente contribuye a una mejor calidad de vida.
Lic. Clara Delucchi
Nutricionista
MN 10329