¿SE PUEDEN PREVENIR LAS CEFALEAS?

Las cefaleas son un grupo muy amplio y variado de entidades clínicas, según la Clasificación Internacional de Cefaleas existen más de 300 tipos de dolores de cabezas y representan un importante problema de salud a nivel mundial, afecta a personas de todas las edades, razas, niveles sociales y zonas geográficas.

Las cefaleas más frecuentes son la Migraña, Cefalea Tipo Tensión y la Neuralgia del Trigémino.

Cuando hablamos de Migraña nos referimos a una enfermedad neurológica compleja e incapacitante que afecta aproximadamente al 12 % de la población mundial. Es más frecuente en mujeres entre los 15 y 50 años, se caracterizada por ataques recurrentes de dolor de cabeza de gran intensidad que son acompañados de náuseas, vómitos, mayor sensibilidad a la luz y/o al sonido. Pueden durar entre 2 horas y 3 días, varía entre los pacientes que la padecen, como así también, en las crisis que cada uno de ellos tiene.

Durante estas crisis migrañosas los pacientes se ven limitados para realizar sus actividades laborales, familiares, académicas y/o sociales.

La Cefalea Tipo Tensión es el dolor de cabeza más frecuente en la población adulta, se diferencia de la migraña porque no es un dolor invalidante, se describe como una “sensación de casco”, duele toda la cabeza, es opresiva pero que le permite al paciente continuar realizando sus actividades cotidianas.

En relación a la Neuralgia del Trigémino, el dolor neuropático más frecuente, duele siempre en misma región de la cara y producido por el nervio del mismo nombre (Trigémino). Se lo describe como una sensación de una “descarga eléctrica” dura pocos segundos y puede repetirse varias veces al día. Tiene factores o puntos que desencadenan como ser tocarse o mojarse la cara, masticar, afeitarse o cepillarse los dientes.

¿Cuándo ir al Médico?

Los dolores de cabeza no siempre se evitan, pero la consulta médica oportuna puede ayudar a controlar los síntomas. Se recomienda consulta en casos de:

• Cefaleas recientes.
• Sí hay un dolor nuevo sumado al anterior.
• Si la cefalea previa cambia de frecuencia o intensidad.
• Si se agregan síntomas como ser problemas en la visión, disminución de la fuerza muscular, alteraciones de la sensibilidad, dificultad para hablar, vértigo, etc.
• La necesidad de ingerir más de cuatro analgésicos en el mes para controlar el dolor de cabeza.
• Si el dolor es desencadenado por esfuerzos (actividad física, sexual, tos, etc.).

Recomendaciones

Además del tratamiento farmacológico existen estrategias saludables que pueden prevenir el dolor de cabeza como:

• Estilo de vida saludable: Desarrollar una rutina para dormir y para comer. Dormir mucho o dormir poco puede desencadenar las cefaleas. Es importante establecer un horario de sueño y vigilia de manera constante todos los días. Mantener una nutrición adecuada respetando los horarios de las comidas y hacer colaciones frecuentes como así también mantener una adecuada hidratación ayuda a aliviar los dolores de cabeza.
• Ejercicio físico: Existe evidencia de que la actividad física regular podría ayudar a reducir la frecuencia de las crisis migrañosas. (por ej. caminatas diarias, 45 min). También reduce los niveles de estrés (un desencadenante muy frecuente), el buen descanso nocturno y el estado anímico.
• Control del estrés: La meditación y la terapia cognitivo conductual han demostrado ser efectiva como terapia dirigida al manejo del estrés, el cual es un desencadenante muy frecuente de los dolores de cabeza.
• Evitar desencadenantes: El ayuno prolongado es un desencadenante muy frecuente de las migrañas, por lo que es importante comer regularmente (cada 3 o 4 hs) y mantener una hidratación adecuada. En algunos pacientes ciertos alimentos pueden desencadenar una crisis de migraña. Existe alguna relación entre consumir determinados alimentos y los episodios de dolor de cabeza. A pesar de que es muy variable entre los pacientes, y se debe tratar de forma individual, se ha detectado que algunos alimentos parecen estar más relacionados con el riesgo de sufrir migraña. Por ej., algunos derivados lácteos como los quesos, productos con conservantes y edulcorantes artificiales, algunas bebidas alcohólicas como el vino tinto. Por lo que es importante tener en cuenta su asociación y evitar su consumo en caso que desencadenara el dolor de cabeza.

El Exceso de Analgésicos

Uno de los motivos conspiran y que cronifica las cefaleas es el abuso de analgésicos, que se caracteriza por ser un tipo de dolor crónico (15 o más días al mes) en pacientes con una cefalea preexistente (por ej., migraña, cefalea tensional) como consecuencia del consumo de una cantidad excesiva de medicación sintomática (analgésicos, antiinflamatorios), por ejemplo, el ibuprofeno, paracetamol, naproxeno, ergotamina, triptanes, etc. A medida que la cefalea se hace más frecuente, el tipo del dolor puede cambiar haciéndose más constante, opresivo y generalizado.

La cefalea por abuso de analgésicos se define como el consumo de más de 15 días por mes de analgésicos comunes (por ej. paracetamol, ibuprofeno, diclofenac, naproxeno, etc.) o más de 10 de ergotamina, triptanes o la combinación de estos con los analgésicos comunes) durante al menos tres meses.

La discontinuación del analgésico en exceso, asociado a cambios de hábitos y estilo de vida es la mejor estrategia terapéutica.

Es recomendable también que llevar un diario de dolor de cabeza, esto te ayudará a saber más acerca de los factores que desencadenan las migrañas como así también la cantidad de analgésicos por mes que se consume a fin de establecer la mejor estrategia terapéutica. A la vez que es recomendable comenzar el tratamiento en las fases tempranas del dolor.

Estos contenidos se van a profundizar el martes 28 de septiembre a las 11:00 en la reunión Zoom “No todos los dolores de cabeza son iguales” adhiriendo al mes Concientización de las Cefaleas.

Los esperamos.