La enfermedad de Parkinson es una patología neurodegenerativa, que se caracteriza por alteraciones en el movimiento (lentitud, rigidez y temblor), aunque también presenta afecciones no motoras como disminución en el olfato, constipación, alteraciones del sueño o del ánimo. Una de las causas de las manifestaciones de la enfermedad es la pérdida de neuronas que generan un determinado neurotransmisor llamado dopamina, por lo que el tratamiento farmacológico está dirigido a suplantar el déficit del mismo.
Actualmente contamos con fármacos que una vez ingeridos se convertirán en dopamina en el cerebro (levodopa) y otros medicamentos que tienen como objetivo sustituirla (pramipexol, ropirinol, etc). Con este tratamiento logramos que los pacientes recuperen la movilidad perdida, pero en algunos casos pueden presentar algunos efectos adversos, sobre todo conductuales, que es el propósito de este artículo.
El punding, que no tiene una traducción clara al español, deriva del sueco y podría llegar a significar algo así como “cabeza bloqueada”.
Es un trastorno del comportamiento en el que los pacientes realizan tareas complejas, estereotipadas, y se encuentran fascinados por la realización de las mismas; aunque las mismas no tienen un propósito determinado.
Las personas que desarrollan esta afección sienten la necesidad por realizar tareas, y se suelen irritar si se los interrumpe. Estas tareas suelen estar relacionadas a su trabajo o pasatiempos de interés, invierten mucho tiempo en realizarlas, no siempre las finalizan, y no se efectúan con un objetivo o no son productivas. A veces, estas personas pueden llegar a sentir culpa por destinar tanto tiempo y dinero en estas actividades, pero, de todas maneras, necesitan seguir haciéndolas.
Algunos ejemplos de actividades son: ordenar herramientas, carteras (ya sea por marcas, tamaños o colores), armarios, alhajas, desarmar electrodomésticos, autos, computadoras, acumular objetos, jugar juegos por celular (sin apuestas), realizar jardinería, albañilería, o revisar constantemente el mail o redes sociales.
Pueden llegar a destinar gran parte del día ola noche (a veces se quedan hasta altas horas de la noche o no duermen por seguir realizando estas actividades), generando problemas sociales, y disminución en la calidad de vida.
A veces, la presencia de esta afección, se puede asociar con la presencia de discinesias (movimientos anormales inducidos por levodopa fundamentalmente) y síndrome de disregulación dopaminérgica (abuso de medicación).
Si tenés Parkinson o un familiar tuyo lo tiene y crees que puede estar presentando este problema te alentamos a consultar con tu médico neurólogo.
Piensen para ello si:
– El paciente tiene un pasatiempo o hobby que lo interese mucho, el cual haya comenzado luego de haber iniciado la medicación para la enfermedad de Parkinson, o que esta afición pre-existente haya empeorado luego del inicio o ascenso de la medicación antiparkinsoniana
– Si estas actividades calman al paciente y/o lo fascinan.
– Si es difícil distraerlo cuando está realizando estas actividades.
– Si el paciente se irrita o se enoja cuando lo interrumpen de esta tarea que realiza.
– Si el paciente hace mucho desorden cuando realiza este pasatiempo.
– Si el paciente pasa mucho tiempo realizando esta actividad aunque no tenga un propósito.
– Si estas actividades alteran el sueño o su vida social.
Dra. María del Pilar Perachino
Neuróloga
MN: 147316