La pandemia Covid 19 y sobre todo la cuarentena, nos han modificado los hábitos, generando temores y aumentado el stress. Esta situación podría favorecer el incremento de las cefaleas particularmente la migraña y la cefalea de tipo tensión.
Los pacientes que las padecen deben estar tranquilos en cuanto a lo que a la infección por Covid 19 se refiere. No hay evidencia de un mayor riesgo de contagio en los pacientes con cefalea y si la infección se llegara a producir, el antecedente no parece relacionarse con un peor pronóstico.
Con respecto a los medicamentos utilizados, tanto los preventivos como aquellos que se emplean durante la crisis de dolor, no han evidenciado un incremento del riesgo de desarrollar la infección. Es importante continuar con el tratamiento habitual y no suspender la medicación salvo por indicación del médico tratante.
Hay ciertas acciones que pueden mitigar los síntomas en caso que se desencadene una crisis. Una posibilidad es realizar alguna técnica de relajación. Otra es tratar de evitar las situaciones de estrés que puedan desencadenar ataques futuros, por ejemplo no saturarse de información. Mantener las rutinas de sueño, comida y ejercicio (dentro de lo permitido por las circunstancias impuestas por la cuarentena) dan sensación de seguridad y confianza.
Otro hábito que se ha modificado es el incremento exponencial del uso de la tecnología. Lo negativo es que el “exceso de pantalla” empeora las cefaleas. Lo positivo es que podemos realizar consultas médicas a través de plataformas de video.
Otra dimensión de estas tecnologías, no menos importante para las ciencias médicas, es que ayudan a evitar el aislamiento mediante las redes sociales. De esta manera se pueden mantener los vínculos con los demás a pesar de la Pandemia.
Dra. María de Lourdes Figuerola
MN 67445