Hay personas con Parkinson que tienden a padecer alteraciones del peso corporal. En esta breve entrevista, las Lic. en Nutrición María Emilia Sanzberro y Maria Luz Sanz, nos orientan desde el punto de vista nutricional, sobre esta problemática.
¿Por qué algunos pacientes con EP tienden a subir y otros a descender de peso?
Algunas pacientes advierten que, después de comenzar a tomar medicamentos para tratar la EP, pueden tener un gran deseo de ingerir cantidades excesivas de alimentos, lo que contribuye al aumento de peso. Si bien esto es poco frecuente, a veces se observa en etapas iniciales de la enfermedad.
Por otra parte también puede ocurrir que haya una disminución del peso corporal en etapas tempranas ya que se produce una limitación de la ingesta de determinados alimentos y puede haber falta de apetito. Esto suele suceder cuando existen trastornos en el ánimo y disminución del olfato. En etapas más avanzadas de la enfermedad puede ser que el temblor sea el responsable de que la alimentación se dificulte, necesitando así, asistencia y tiempos de comida largos. Se suman las dificultades para tragar algunos alimentos y su posterior evacuación, por lo tanto, todo esto contribuye a la pérdida de peso.
¿Cómo se trata esta alteración del peso en los pacientes con EP?
Cuando se detecta algún tipo de variación, es necesario acudir a un Lic. en Nutrición en busca de ayuda para individualizar el plan de alimentación y prevenir de este modo, las consecuencias en la salud. Como pautas generales, ante un incremento de peso, se debe realizar un plan de alimentación saludable, que sea variado y nutricionalmente completo (es decir, que incluya vegetales, frutas, cereales, carnes y lácteos), evitando el consumo de alimentos poco saludables como golosinas y snacks.
En el caso de que ocurra una disminución del peso, se deben evaluar algunas de las causas que son posibles detectar, para realizar un tratamiento oportuno y lograr cubrir los requerimientos de energía. Por ejemplo, si el paciente presenta una dificultad para tragar, se modificará la consistencia de las distintas preparaciones consumidas a lo largo del día, prefiriendo preparaciones tipo puré; en el caso de presentar una dificultad para la evacuación, se buscará regular el tránsito intestinal mediante un correcto consumo de frutas, verduras y adecuada ingesta de líquidos.
De esta forma para ambos casos, se fomentarán hábitos alimentarios saludables en función del objetivo nutricional deseado.
Recomendaciones finales a tener en cuenta:
- Realizar las 4 comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena)
- Evitar saltear comidas.
- Consumir suficiente líquido a lo largo de todo el día. Entre 6-8 vasos de agua.
- Consumir diariamente frutas y verduras de diversos colores, tanto cocidos como crudos.
- Adaptar la alimentación a la consistencia adecuada.
- Ante un descenso o aumento de peso repentino, consulte a un Lic. en Nutrición.