
La alimentación y el estilo de vida ejercen influencia sobre la salud neurológica y el funcionamiento cognitivo.
Numerosos estudios han demostrado la relación existente entre un patrón de alimentación saludable con un menor deterioro cognitivo con el paso de los años, así como un menor riesgo de desarrollar demencia.
Un patrón de alimentación saludable se asocia a un menor estrés oxidativo, inflamación y daño vascular, los cuales son mecanismos involucrados en el desarrollo de demencia y de alteraciones cognitivas.
Un aspecto fundamental a considerar cuando hablamos de una alimentación saludable es el procesamiento de los alimentos. Según la Organización Mundial de la Salud, los alimentos ultraprocesados se definen como productos industrializados, elaborados principalmente a base de sustancias extraídas o derivadas de alimentos, además de aditivos y cosméticos que dan color, sabor o textura. Estos productos están nutricionalmente desequilibrados ya que presentan un alto contenido de grasas totales, trans, saturadas, azúcar y sodio, nutrientes críticos que en exceso han demostrado conducir a un mayor riesgo de demencia y daño neurológico (además de muchos otros efectos adversos para la salud).
La dieta MIND (Intervención Dieta Mediterránea – DASH para retrasar el deterioro neurológico) se propone como un patrón de alimentación para la salud cerebral, la cual resulta de una combinación entre la Dieta Mediterránea y la Dieta Dash (Dieta para frenar la hipertensión).
Este tipo de dieta consiste en un menor consumo de carnes rojas y procesadas, bebidas azucaradas y dulces, y un mayor consumo de frutas, vegetales, carnes magras, pescado, cereales integrales, legumbres, nueces, aceite de oliva y podría incluir un consumo moderado de vino tinto. Estos alimentos aportan un elevado contenido de polifenoles, antioxidantes y ácidos grasos esenciales, mientras que el consumo de nutrientes perjudiciales, como los mencionados: ultraprocesados, es mínimo, lo que en su conjunto favorece a la salud cerebral y al funcionamiento cognitivo. Sin embargo, el plan de alimentación debe adecuarse a las características individuales de cada persona, y consultar con un licenciado en nutrición antes de comenzar algún cambio de hábitos. En este aspecto, el abordaje es integral y se tienen en cuenta los antecedentes personales del paciente, como diabetes, hipertensión, dislipemia, obesidad, etc.
La alimentación saludable es un pilar fundamental de un estilo de vida preventivo de factores de riesgo asociados al desarrollo de demencia, además de promover la salud neurológica y el adecuado funcionamiento cognitivo.

Zoom Abierto a la Comunidad Libre y Gratuito
Estos contenidos se van a profundizar el jueves 20 de Octubre a las 10:30 en la reunión Zoom “Estilo de Vida Saludable y Prevención de las Demencias”. Jornada es organizada de forma conjunta por la División Neurología, la División Nutrición y el Dto. de Alimentación y Dietética de nuestro hospital. La finalidad de esta actividad es concientizar sobre la importancia que tienen los factores de riesgo modificables en el desarrollo de las demencias para prevenirlas, o al menos reducirlas.
Más información en:
https://neurologia.hospitaldeclinicas.uba.ar/evento/estilo-de-vida-saludable-y-prevencion-de-las-demencias/
Lic. Bernardita Ayerza
Nutricionista
MN 10328