Los problemas de constipación en la Enfermedad de Parkinson (EP) son frecuentes y pueden preceder en años al comienzo de las manifestaciones motoras.
En esta breve entrevista la Dr. Ricardo Maiola MN 60548, neurólogo del Programa nos explica la relación entre la EP y la constipación o estreñimiento.
¿Cuál es la relación que existe entre el Parkinson y la constipación?
La enfermedad de Parkinson reconoce varios síntomas premotores, o sea síntomas que aparecen antes de la manifestaciones motoras de la enfermedad (que son el temblor, la lentitud y la rigidez, entre otros), la constipación que es uno de ellos, es de los más frecuentes y destacados; dando lugar a la afirmación que la EP se inicia muchos años antes de los síntomas motores.
Durante la evolución de la enfermedad, la constipación suele ser un problema de salud serio, que obliga a tomar medidas dietéticas y farmacológicas para tratarla. Por lo tanto, hay una relación clara entre la EP y la constipación.
¿Las personas que padecen constipación corren riesgo de presentar EP?
Se asume que cerca del 90% de los pacientes con EP tienen alteraciones de la función gastrointestinal durante la fase premotora. De hecho, los estudios hablan que entre el 20 y 70 % de ellos tienen constipación.
Algunas de las causas serían la poca ingesta de agua, la reducida movilidad y la progresión de la enfermedad. También los mecanismos de la afectación del sistema nervioso autónomo producidos por el Parkinson junto a la acumulación de la alfa-synucleína mal plegada y la pérdida neuronal.
Estudios epidemiológicos han demostrado que las personas con Enfermedad Inflamatoria Intestinal tienen un 22% de mayor riesgo de presentar EP que aquellos que no la padecen. Se cree que la disfunción de la microbiota (el conjunto de bacterias que viven en nuestro intestino en relación de simbiosis y de equilibrio con nuestro organismo) va seguido de inflamación gastrointestinal y ello estaría asociado a la alteración de las funciones intestinales en los pacientes con Parkinson.
Otro factor sería sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, pero no se descartan que estuvieran involucrados más mecanismos inflamatorios e inmunológicos de nuestro cuerpo.
¿Cómo se trata la constipación en la EP?
El primer paso sería descartar alguna enfermedad gastrointestinal asociada, luego la prioridad es que el paciente modifique sus hábitos y estilo de vida. Por ejemplo una dieta rica en residuos, salvado, verduras, fibra y abundante ingesta de líquido es fundamental.
Hace algunos años se promovió el uso de ciertos medicamentos como la leche de magnesio, el bisacodilo y algunos productos sen, pero actualmente han cedido terreno frente a la tendencia anteriormente expuesta.
Asimismo, para ciertos casos muy específicos se recomienda el uso de laxantes, por una lado están aquellos contienen fibra como Psyllium, policarbofilo, dextrina, metilcelulosa y fibras solubles de la dieta. Por el otro, están los osmóticos que aumentan la retención de agua en las heces e incrementar la frecuencia de evacuación.
También se debe mencionar el uso de Toxina botulínica, la estimulación magnética y el tratamiento con levodopa, todas ellas pueden mejorar los trastornos evacuatorios de los pacientes.
¿La medicación para tratar la EP puede favorecer la constipación? ¿Qué hacer en esos casos?
Muchas drogas antiparkinsonianas pueden empeorar la constipación como los anticolinérgicos, sin embargo, excepcionalmente debe suspenderse el tratamiento con algún fármaco debido a este problema.
Por último hay que tener en cuenta las consecuencias de no tratar la constipación, entre las más destacadas tenemos los siguientes trastornos:
• Distención abdominal.
• Dificultad para el vaciamiento intestinal completo.
• Meteorismo (gases).
• Ocasionalmente dolor abdominal y cólicos.
• Formación de fecaloma (bolo fecal).
• En algunos pacientes: Sangrado y fisura anal.
El estreñimiento crónico no debería pasar inadvertido como síntoma, puede ser un síntoma de enfermedades como la EP y eso evitaría el discomfort que ello trae aparejado.