Desde hace casi un año, vivimos en condiciones de confinamiento debido a la Pandemia provocada por el virus SARS-COV2 (llamado comúnmente Covid-19). Se trata de una problemática mundial, que con la instauración paulatina de las diferentes vacunas ira mejorando.
El hecho de presentar diagnóstico de enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento, no aumenta el riesgo necesariamente de contraer infección por el virus Covid-19, pero de contraerlo el tiempo de recuperación podría ser más largo. Es demasiado pronto para saber si la infección por COVID‐19 tendrá impactos a largo plazo, en pacientes con Parkinson. El aumento de la vulnerabilidad de los ancianos y de las personas con comorbilidades, junto con el aumento de la prevalencia del Parkinson con la edad, plantea preocupaciones sobre los riesgos potencialmente elevados de COVID‐19 en personas con estas enfermedades neurológicas. Además, la capacidad de proporcionar atención neurológica estándar se ve comprometida por la tensión en los sistemas de atención médica provocada por esta pandemia.
Actualmente no hay pruebas suficientes que demuestren que la Enfermedad de Parkinson, por sí sola aumente el riesgo de contraer COVID‐19.
Para mejorar el funcionamiento del sistema inmune es relevante continuar con alimentación saludable y mantener una buena calidad de sueño. La fisioterapia y el ejercicio son de vital importancia para controlar los síntomas del Parkinson, como también para reducir el estrès y la ansiedad. Por ello, a pesar del confinamiento y la limitación para alcanzar al sistema de salud, es importante continuar al menos en nuestros domicilios con estas actividades. Con respecto a los síntomas no motores, la depresión, la ansiedad y los trastornos del sueño han empeorado con el inicio de esta pandemia en la población general.
Con la ayuda de la telemedicina, muchos pacientes pueden continuar sus controles médicos y es importante asegurarse tener un stock de medicación guardada y no esperar a que esta se termine. En cuanto al suministro de fármacos para la enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento, hasta el momento no se ha informado impacto de la pandemia en las cadenas mundiales de transporte y fabricación.
En el caso de contraer esta infección no existe ningún motivo para suspender la medicación que se usa para la enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento. Es importante continuar siempre con el tratamiento e informarle al médico neurólogo que nos asiste.
De momento debemos continuar con las medidas de protección básicas como el uso de mascarillas, lavado de manos frecuente y mantener distancia de dos metros con otras personas al salir de nuestros domicilios.
Dra Carolina Paleka
MN: 136915
Médica especialista en neurología e infectología.