El estilo de vida en las ciudades modernas es altamente tecnificado, no requiere de gran esfuerzo físico y presiona para cumplir con las metas que sus habitantes se proponen. Estas situaciones pueden repercutir sobre la salud.
El estrés, sobrepeso, tabaquismo y sedentarismo están vinculados al estilo de vida moderno e influyen en el desarrollo del ACV (Accidente Cerebro Vascular). El Dr. Ariel Bustos, neurólogo de nuestro Hospital nos explica a qué se debe esta afección “ocurre cuando alguna de las arterias que llevan sangre a las distintas partes del cerebro se tapa o se lastima, impidiendo la llegada de oxígeno y nutrientes. De esta manera se produce daño irreversible al tejido cerebral”.
Asimismo, el neurólogo nos explica que hay 2 modalidades, “cuando se produce una obstrucción hablamos de ACV isquémico, mientras que cuando la arteria se lastima y se produce un sangrado dentro del cerebro hablamos de ACV hemorrágico. Esto ocurre en forma súbita en una persona que hasta ese momento se encontraba bien”.
¿Cuáles son los factores de riesgo para tener un ACV?
Existen varias dolencias o enfermedades que aumentan el riesgo de sufrir un ACV, entre ellos la hipertensión arterial, la diabetes, los niveles elevados de colesterol, el sedentarismo, el tabaquismo y la utilización de drogas ilícitas, la obesidad y ciertos padecimientos cardíacos, en particular una arritmia denominada fibrilación auricular. La mayoría de estos riesgos se pueden modificar o tratar antes de que se produzca el ACV, por lo cual es fundamental la consulta médica oportuna y el control y seguimiento adecuados.
¿A qué síntomas hay que prestarle atención?
El ACV puede dar diferentes síntomas según la parte del cerebro afectada. Los más importantes son la dificultad para hablar o comprender lo que se dice, falta de fuerza en el brazo y la pierna del mismo lado, asimetría entre ambas mitades de la cara, dificultad para caminar, dolor de cabeza intenso, pérdida de la visión o incluso pérdida de la conciencia. Puede haber otros síntomas como dificultad para coordinar con un brazo o un lado del cuerpo o pérdida de la sensibilidad. Todos estos síntomas se presentan en forma súbita, en alguien que hasta ese momento estaba bien.
¿Cómo actuar si se sospecha un ACV?
Ante cualquiera de los síntomas que mencionamos anteriormente, lo más importante es llamar en forma inmediata al sistema de urgencias y avisar que la persona puede estar teniendo un ACV. De esta manera la persona puede ser trasladada por personal médico a un centro con la capacidad para diagnosticar y tratar adecuadamente el ACV. Es fundamental no perder tiempo, pues los tratamientos que podemos indicar en estos casos dependen del tiempo y tienen más posibilidades de tener éxito cuanto más rápido se realicen.
Dr. Ariel L. Bustos
Médico neurólogo
MN 127.371