Las canciones son un medio por el cual se puede trabajar la expresión de la voz, porque hay una emisión controlada de la fonación al seguir un ritmo o una melodía, a la vez que es una forma de explorar distintos matices como la musicalidad y claridad vocal.
La Lic. Rosana Aguiar, coordinadora del Taller de música, al ser consultada sobre qué es la expresividad de voz y por qué se trabaja mediante canciones sostiene que “es una cualidad presente en mayor o menor medida en todo acto de comunicación. En el caso de la voz, como así también del lenguaje visual y gestual, la expresividad manifiesta de manera clara un sentimiento o pensamiento. A través del empleo de distintas expresiones, tonos y texturas auditivas logramos manifestar estados de ánimo e ideas. En el caso de los pacientes con Parkinson, en los que el caudal y el volumen de la voz se va deteriorando con el avance de la enfermedad, es imprescindible entrenar el ejercicio vocal no sólo con lenguaje hablado y actividades que estimulen el aparato fonador, sino también con propuestas musicales y lúdicas que permitan que se exploren las distintas cualidades que la voz adquiere según lo que queramos transmitir. Para ello, elegimos (en consenso con nuestros pacientes/aprendices) canciones de distintos géneros musicales de artistas clásicos y contemporáneos y las escuchamos y las cantamos por fragmentos (estrofa-estribillo) en forma grupal”.
La música y en especial las canciones generan un clima de confianza y distensión que favorece el entrenamiento vocal: “el grupo al momento de cantar es formidable. Siempre teniendo en cuenta las posibilidades de cada paciente, lo que intentamos es estimular y alentar a que cada uno manifieste y explore las sensaciones y pensamientos que surgen con la música y las canciones. Y que tenga libertad para expresarlos” afirma la coordinadora en referencia a la dinámica de trabajo en el taller.
Asimismo, el trabajo en grupo actúa como facilitador de aquellos que por tener voz débil y falta de claridad al hablar prefieren no usar la voz y eso los lleva al aislamiento, pero como dice la Rosana Aguiar “la música es un fenómeno eminentemente social, es un instrumento privilegiado dentro de la cultura para comunicarnos. Por eso, nuestra propuesta de trabajo musical en los grupos del taller ofrecen todas las posibilidades de intercambio, de socialización, de contacto con otros. Con otros con los que compartimos experiencias similares y diferentes, pero que siempre resulta enriquecedor”.